"LA SONRISA DE MONA LISA"

 

Katherine Watson (Julia Roberts) es una recién graduada de UCLA contratada para enseñar historia del arte en Wellesley College, en 1953. Decidida a confrontar las reglas obsoletas de la sociedad y la institución que las abraza, Katherine inspira a sus estudiantes tradicionales, como Betty (Kirsten Dunst) y Joan (Julia Stiles) para desafiar las vidas que se espera que lleven. Un largometraje sobre el coraje y los sacrificios que requiere el progreso, en una sociedad donde la mujer y el arte contemporáneo son encorsetados por los valores conservadores defendidos por las élites académicas y económicas. El argumento del docente liberal en lucha contra los valores académicos tradicionales, así como el contraste entre los modos de enseñanza conductistas, basados en la memorización y la rectitud, frente a los nuevos procesos docentes, defensores de la comunicación bidireccional y la construcción de elaborados esquemas cognitivos; no es un tema realmente novedoso.

La sonrisa de Mona Lisa cae en unos clichés ya acostumbrados a la temática, pero el elenco femenino y el conflicto entre los personajes muestran la esencia de la convivencia humana de forma tan directa que acaba convirtiéndose en una obra necesaria para nuestra reflexión como alumnos, profesores, incluso ciudadanos y los roles que jugamos en la sociedad. Lo que somos, somos realmente, lo que queremos ser ¿o es lo que otros quieren que seamos? Es un tema que resultará muy relevante durante décadas o incluso siglos. También encontré interesante el incumplimiento de las expectativas de la profesora Watson con respecto a los estudiantes, ya que demostró que incluso su lado revolucionario tiene su dosis de conservadurismo.